En todas las organizaciones hay una raya. Es una línea que a veces se ve más, a veces se ve menos y otras es invisible. Pero siempre existe.
La gente que integra las organizaciones, consciente o inconscientemente, juega al juego de la raya. Ese juego tiene 4 reglas:
Regla 1: La raya tiene dos lados: arriba y abajo. Por lo tanto, con el juego empezado, hay gente encima de la raya y gente debajo de la raya.
Regla 2: Cuando llegas al campo de juego eliges un lado. Si no conoces las reglas, alguien elegirá ese lado por ti y probablemente te colocarán en la parte de abajo.
Regla 3: Puedes cambiar de lado una vez. Puedes pasar de abajo a arriba o de arriba a abajo. Una vez que has cambiado de lado no hay vuelta atrás. O permaneces en ese lado o sales del campo.
Regla 4: No se puede estar sobre la raya. Si estás en la raya, con una pierna en cada lado, apoyado, o frotándote la espalda con ella, a todos los efectos del juego estás en la parte de abajo.
Objetivo del juego
Como se puede deducir de las reglas, la posición de los jugadores a lo largo del juego, no depende de ser dueño del campo o mercenario del juego, de ser joven o viejo, recién llegado o veterano… únicamente depende de la aplicación de las reglas 2 a 4.
El objetivo del juego, saber quién gana y quién pierde, genera dudas a algunos jugadores. Porque en contra de lo que alguien pueda pensar, no ganan los de arriba ni los de abajo. Gana el juego el que se encuentra en el lado de la raya que quiere estar.
Tipos de perdedores
A lo largo de mis años de jugador he visto varios tipos de perdedores en este juego:
El que quiere cambiar de lado: Este es el tipo de jugador que más sufre con el juego. El que está arriba y quiere estar abajo o el que está abajo y quiere estar arriba. Estos jugadores tienen dos opciones: usar la regla 3, si no la han agotado ya, o cambiar de campo de juego y empezar en otra organización donde puede aplicar la regla 2. Si no actúan en uno de los dos sentidos, pierden.
El que se siente sucio: Estar en la parte de arriba de la raya le hace sentirse mal, le condiciona, le hace sentir que se ha traicionado a sí mismo, que ha abandonado los ideales que una vez tuvo o que se ha convertido en parte de un sistema del que se creía en contra. Estar arriba no es obligatorio, ni mucho menos, nadie está en el lado de arriba sin querer (recuerda la regla 2). Si te sientes sucio así… usas la regla 3, cambias de lado, te pones abajo y ganas.
El que niega la existencia de la raya: Normalmente los que no saben que la raya existe, ganan el juego sin problemas, Sin embargo, hay gente que niega la existencia de la raya, incluso con vehemencia. Dicen que no existe, que es un concepto del pasado, que las organizaciones son diferentes en el siglo XXI. Este tipo de jugador siempre pierde, esté en el lado que esté y aunque cambie de campo.
El que no se decide: Hemos visto que las reglas son claras, pese ello hay quien cree que se puede estar en ambos lados, o saltar de un lado a otro. Va en contra de la esencia del juego y está en sí mismo la decisión para ganar.
Moraleja:
La raya existe en las cohortes celestiales, en las aldeas galas, en las manadas de lagartos y hasta en los ramos de margaritas. En general en cualquier organización (empresa, unidad de negocio, equipo…) que exceda los 2 individuos. El juego puede ser más suavecito y delicado o más macarra y machetero. Pero como en todos los juegos, el fin del mismo es ganar. Y gana el que está satisfecho con su lado de la raya.
Disclaimer:
Las personas no valen más o menos por el lugar que tienen en el juego de la raya. El juego no va de eso. Va de sentirse bien. Hay quien se encuentra maravillosamente en la parte de abajo y quien es tremendamente desdichado en la parte de arriba. La raya simplemente representa el límite de los entornos de confianza (uno a cada lado) y eso no tiene nada que ver con ser feliz, con ganar más dinero o con ser más útil para tu organización.
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